Permiso por nacimiento y cuidado del menor

 

Permiso por nacimiento y cuidado del menor

 

Desde hace casi 7 meses, España cuenta con permisos de paternidad y maternidad exactamente iguales e intransferibles, siendo unos de los países más avanzados en la prestación por nacimiento para progenitores varones.

Este nuevo régimen jurídico se aplica tanto en caso de parto como en el de adopción, guarda o acogimiento, y se hace extensible a todos los trabajadores.

La duración del permiso se divide en dos periodos:

1.     6 semanas de disfrute obligatorio inmediatamente después del parto

2.    10 semanas de disfrute voluntario que puede ser disfrutado de forma continuada o no.

No ha sido fácil llegar hasta las 16 semanas de permiso e igualarlo al de las madres progenitoras.

 

Año

Duración

2017

4 semanas

2018

5 semanas

2019

8 semanas

2020

12 semanas

2021

16 semanas


Como se puede observar en la tabla anterior en 5 años el permiso por nacimiento y cuidado del menor al que tienen derecho el padre ha aumentado un 400%.

Las razones por las que se ha tratado de igualar el permiso paterno al materno son muy claras y tienen que ver básicamente con la igualdad de oportunidades que dejan de tener las mujeres por el mero hecho de haber tenido un hijo.

Cuando las mujeres después del parto tenían 16 semanas de baja por maternidad y el hombre solo tenía 4 semanas  año 2017), a la mujer se le cerraban las puertas del mercado laboral. Las empresas preferían contratar a un hombre ya que no les iba a estar de baja por paternidad tanto tiempo como una mujer. Era muy común escuchar: “Ser madre penaliza y ser padre es un valor añadido“. Al igualar los permisos, lo que se consigue es que la empresa no pueda discriminar a la mujer por dar a luz a un bebé. Al no discriminar la empresa entre mujer y hombre por este motivo, se cree que los recursos económicos de las mujeres en edad de trabajar no se verán mermados, al contrario, se puede afirmar sin miedo a equivocarnos, que en materia económica puede ser un gran avance para las mujeres, ya que en ningún momento se podrán ver discriminadas con respecto al otro progenitor.

Otra de las razones por las que se ha luchado por equiparar el permiso del hombre al de la mujer es básicamente para acabar con el rol de que las mujeres se ocupan de los niños y los hombres se ocupan de traer dinero a casa.

Al igualar el permiso por nacimiento y cuidado del menor, se quiere hacer hincapié que el cuidado de los niños no solo es cosa de la mujer, sino que tiene que ser un trabajo de ambos progenitores, que por el bien de los niños tienen que formar un equipo de trabajo único y coordinado.

Se sabe que al tener el permiso una duración exactamente igual para el padre y la madre, el padre se involucra más en los cuidados del recién nacido y eso favorece tanto al niño o niña como a la pareja en sí. Ya que la mujer no se siente como la única persona que tiene la obligación y la responsabilidad de cuidar al niño en las primeras semanas de vida, favoreciendo una mejor relación entre los progenitores al verse la mujer al mismo nivel que el hombre en el cuidado de su hijo.

Si el niño ve a los dos progenitores que cuidan de él, ese niño no asociará en el futuro los cuidados con las mujeres solamente, sabrá que los cuidados son tarea de todos, da igual si eres mujer o hombre, y es ahí, desde pequeños donde pueden verse favorecidos por una educación inclusiva. Ese niño crecerá en la igualdad de mujeres y hombres (feminismo) y no discriminará por género en edad adulta.

Aunque se ha avanzado mucho en los últimos años, aún queda muchísimo por andar en el aspecto de los permisos por nacimiento y cuidado del menor. No todo acaba con igualar las semanas de permiso, y sigue habiendo voces de asociaciones y sindicatos que piden más medidas para fomentar la igualdad en el ámbito de la crianza, aunque aquí ya no hay un consenso tan absoluto, y depende de la medida hay voces a favor y en contra.

Hay plataformas feministas que piden que este permiso tendría que ser “igual y transferible”, en lugar de “igual e intransferible”, y creen que debería ser así para que el otro progenitor les ceda parte del permiso ya que así se sentirán, mas realizadas. Como dije esta medida no tiene un consenso absoluto, ya que otras asociaciones piensan que con esta medida lo que se hace es ahondar en la desigualdad en materia laboral entre mujeres y hombres. Se volvería a lo de “Ser madre penaliza y ser padre es un valor añadido”.

Otras asociaciones también piden que el permiso de las mujeres en lugar de 16 semanas, sean 32 semanas, pero ya sin cobrar el 100% de las retribuciones si no el 50%, es decir ampliar el permiso el doble, cobrando la mitad, pero estamos en lo mismo, si no se equipara el del hombre al de la mujer, la mujer estará discriminada laboral y salarialmente.

Como he dicho el permiso igual e intransferible de 16 semanas de duración no es la panacea, pero está en camino de poder llegar a serlo.

Para ello hay que profundizar e intentar llegar a que esas 16 semanas puedan llegar a ser 20, 24, por el bien de los cuidados del recién nacido, y siempre entendiendo que el tiempo que esté la madre de permiso también lo debe de tener el otro progenitor, por el bien de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.




 

 

 

 

 

 

 



 

 

 

 

 

 



 

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